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El taller de la bruja Gertrudis es un blog de encuentro de personas a las que nos gusta la lectura donde podemos dejar comentarios de los libros que vamos leyendo con el ánimo de tener un punto de referencia de los libros que nos gustan y un espacio que yo he llamado Cajón de sastre, donde cabe desde un poema a una reflexión o una frase o cualquier cosa que se nos ocurra.

miércoles, 20 de febrero de 2013

XVIII Cumpleaños de Mi Chiquitita



XVIII Cumpleaños de Mi Chiquitita



Mi querida hija, mi chiquitita:

-¡Por fin! ¡Ya has alcanzado la mayoría de edad!
-¡Preciosos dieciocho años anhelados! ¡Qué bonitos!
-¡Qué bien! ¡Ya respondes de ti! ¡Ya puedes conducir! ¡Ya puedes votar! ¡Ya eres autónoma!
Con la ayuda de Dios y el enorme esfuerzo y empeño de tu madre, conseguimos que vieras la luz. Imagen indeleble esculpida en mi retina, en mi cerebro, en mi corazón y en mi alma.
Desde que vimos tu carita por primera vez nos hemos dedicado a prepararte para la vida. Primero en la cuna, luego a gatas, después de la manita, más tarde orientando y fijando el camino, a continuación marcando límites: ¡No se hace, no se dice, no se toca,…! ¡Eso es, muy bien, cómo nos gusta, adelante…!
Así, sin darnos cuenta, han transcurrido dieciocho maravillosos años durante los que hemos podido disfrutar de ti y contigo. Trabajando en tándem, sin descanso, tu madre y yo, con el bagaje cultural recibido de tus abuelos, nuestro conocimiento, formación, mejor intención y mayor juicio, te hemos situado en la línea de salida. Desconocemos qué posición ocupas en esta parrilla, pero eso poco importa. Tu objetivo no es ganar, sino el conducir tu propio vehículo hasta completar con bien la carrera de la vida.
El equipo papás te hemos dado lo mejor que unos padres, que te desearon y te quieren, pueden proporcionar. Aún habiendo acertado en innumerables ocasiones, estoy persuadido de que también hemos errado, si bien, siempre, con la mejor de las voluntades, por ello te pido que nos perdones. De nosotros no has recibido nada material. Todo lo que te hemos dado forma parte de tu intangible, el único tesoro que es y será absolutamente tuyo. No se ve, no se toca, no se mide, tampoco tributa, sin embargo, siempre formará parte de tu patrimonio, te acompañará donde quiera que vayas y, lo mejor de todo, es que nadie te lo podrá arrebatar jamás.
Observándote, créeme, te aseguro que ha merecido la pena, que hemos hecho, tú y nosotros, un gran trabajo, porque claro está que el mérito no ha sido solo nuestro. Nosotros hemos sido el catalizador. Para que este lleve a cabo su función hace falta materia prima, y tú la tienes a raudales. No olvidemos que los maestros proponen, pero son los discípulos los que disponen, asimilan y acaban, cuando hay madera, superando con creces a sus maestros.
Obvio que no hemos acabado aquí, ni siquiera es un punto de inflexión, se trata de uno de los jalones de la vida. Nos queda mucho camino por recorrer juntos, aunque por la ley de la naturaleza nuestros caminos se irán paralelizando. Es por esto que me gustaría formularte algunas sugerencias para que las gestiones cómo mejor te convenga.
La vida está llena de obstáculos, de hitos que deben de ser abordados de manera diferente. Ninguno es fácil, todos requieren de un gran esfuerzo. A veces saldrás triunfante, en ocasiones, aún habiendo puesto todo lo que tienes dentro, el objetivo será esquivo. Ambos casos son válidos, el primero para disfrutarlo, el segundo para aprender. Compártelos con los que te rodean. No desesperes nunca. Si caes, asume, aprende y levántate. Ten presente que lo importante no es evitar el alud, sino saber levantarse tras la caída. También, que la suerte solo existe si la buscas con tu quehacer, tu tesón y tu generosidad cada día de tu existencia.
Toma tus propias decisiones. Mantén tu criterio, pero sé flexible. No eludas el trabajo. No permitas que nadie decida por ti, pero muestra tu respeto por todo el que te rodee. Sé responsable de tus actos. Quiere a los tuyos, a los pretéritos, a los presentes y a los futuros. Y sé amiga de tus amigos.
Tendrás compañeros, tendrás amigos, tendrás amantes. Todos te reconocerán, muchos te querrán, algunos te amarán, pero ninguno, nadie en el mundo, te ofrecerá lo que tus padres estamos dispuestos a hacer por ti, aunque también tenemos bien claro que eres nuestra hija, pero no eres de nuestra propiedad. Aún así, como has comprobado durante tus primeros dieciocho años, por lejos que te encuentres, siempre nos tendrás ahí, a tu lado, porque eres un pedazo de nuestras almas.
¡Vive tu vida sin renunciar nunca a tus sueños! y, por encima de todo, ¡sé feliz!
He dejado para el final unas palabra que sabes que no te lo digo prácticamente nunca, y yo creo que debería hacerlo cada día. Por eso, hoy te lo voy a escribir para que lo guardes en un rinconcito de tu corazón:

Te quiero por tu razón,
te quiero por tu sensatez,
te quiero por tu nobleza.
Te quiero por tu tesón,
te quiero por tu sencillez,
te quiero por tu belleza.
Te quiero por tu discreción,
te quiero por tu candidez,
te quiero por tu grandeza.
Te quiero por ser como eres.
¡Te quiero por ser tú!

¡Felicidades en el día de tu decimoctavo cumpleaños!
Recibe un fortísimo abrazo de tu padre que te quiere, para quien siempre serás…
¡mi chiquitita!

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