Título: Los
caracoles no saben que son caracoles
Autor: Nuria Roca
Nº de páginas: 288
págs.
Editorial: ESPASA
LIBROS, S.L.U.
ISBN: 9788467030570
Después de leer un libro tan fuerte como el de Labibliotecaria de Auschwitz necesitaba cambiar de registro y coger algo más
liviano y divertido y en una tertulia de amigas alguien comentó que le habían
hablado de este libro en plan de pasar el rato y leer algo entretenido, no me
lo pensé dos veces y me hice con él, la verdad es que se agradece coger este
tipo de libros en el que en clave de humor aparecen reflejadas todas las
incertidumbres y pesares de una mujer de mediana edad, divorciada, con dos
niños y en crisis permanente, consigo misma, con su familia, con su trabajo,
con su ex marido y por qué no, también con el sexo, así es la protagonista de
esta novela, Una mujer con 35 años, Clara.
Clara es una mujer normal y corriente, divorciada y con dos
hijos Mateo y Pablo, con dos trabajos uno en una productora de televisión en la
que hace de todo y con unos horarios infinitos y también como fotógrafa para un
estudio donde realiza desde reportajes de boda hasta lo que le pidan siempre
que le paguen.
Clara estaba muy unida a su hermana María que es su completa
antítesis, María es delgada y Clara regordeta, María ha estudiado Medicina y
Clara no ha podido ni concluir sus estudios de Marketing, María se ha casado
con un médico dentista de éxito y Clara con un soñador o un desgraciado según
se mire que no hace más que montar negocios que lo llevan hasta la ruina, María
no tiene hijos porque su carrera se lo ha impedido mientras que Clara tiene dos
a los que apenas puede ver por sus largas horas de trabajo, pero María muere
inesperadamente una nochevieja en el zénit de su carrera profesional y personal
y la vida de todos la que la rodeaban da un vuelco completo, su marido no puede
superarlo y termina suicidándose y Clara lucha por salir del vacío que le ha
dejado su hermana, su amiga y su mejor confidente.
Clara es una mujer que muchas veces no sabe qué
hacer con su vida, cansada de tanto estrés, insegura, sobreprotegida desde
pequeña por su familia, que en algunos momentos se siente sola, a veces confusa
y otras incapaz de ordenar sus ideas y sentimientos. Y que, sin embargo, según
avanza la novela vemos cómo va evolucionando, de cómo poco a poco su vida va cambiando,
su vida es un auténtico torbellino de
emociones y sentimientos pero a pesar de los avatares no deja de ser una mujer
joven y con ganas de vivir.
Hay una serie de personajes secundarios que rodean a Clara y
cada uno con su idiosincrasia va ayudándola a salir del bache aunque ellos
también están muy afectados, como su madre, una mujer aparentemente dura pero
que se desvive por su hija y sus nietos, siempre está ahí cuando Clara la
necesita; su padre al que Clara le reprocha su infidelidad con su madre y la
relación que mantiene desde hace años con otra mujer, Maite con la que ha
tenido un hijo, Miguel al que Clara acabará conociendo y apreciando; un ex
marido, Luisma del que se ha separado por su negligencia en los negocios y en
la ruina en los que los ha dejado más de una vez pero que se desvive por sus
hijos y tiene la esperanza de poder volver a recuperar a su mujer; su amiga
Esther, su paño de lágrimas, su jefa Carmen y su psicóloga Lourdes, Miguel un
compañero de trabajo con el que se lía y el contrapunto a todos estos
personajes lo pone la criada búlgara que es quien mejor la conoce de todos y da
el punto de humor a toda esta historia.
Es un libro que se lee muy bien, muy entretenido y
divertido, con personajes reales y cercanos, con problemas cotidianos. Y
porque, a pesar de todos esos problemas, la protagonista sabe salir de ellos
con la cabeza alta.
La verdad es que es un libro bastante normal, no puedes
esperarte una gran historia, simplemente es la narración de una vida en
concreto. Quizá en ciertos momentos puedes sentirte identificada con algún
aspecto de la novela, pero simplemente porque el día a día es igual para todos.
Quizás peque de caer en demasiados tópicos: una mujer es
capaz de superar cualquier cosa, una muerte, un divorcio, una casa hecha un
desastre, el llorar como una descosida ante momentos difíciles, el comer hasta
hartarse de chocolate ante una crisis de ansiedad, el compadecernos de nosotras
mismas, y el utilizar a los hombres cuando lo necesitamos y después, paff…
No busques nada original en este libro salvo el título, una
frase rotunda que dice uno de los hijos de Clara: Mamá sabes que los caracoles
no saben que son caracoles, ¿por qué hijo? Porque no se ven.
El autor
Nuria Roca Granell (Moncada, Valencia, 23 de marzo de 1972), tuvo su primer contacto con la televisión de forma casual. Cuando estudiaba
arquitectura técnica se presentó a un concurso de la televisión valenciana para
recaudar fondos para su viaje de fin de curso a Cuba. Su rostro y su saber
estar enseguida hicieron estragos y sus amigos la animaron a probar suerte en
este medio. Nuria les hizo caso y en poco tiempo se convirtió en una de las
caras más conocidas de Canal 9.
En esta primera etapa, Nuria Roca trabajó casi íntegramente
para Canal 9 y adquirió experiencia en programas como "En Hora Bona",
"Balabá Ventures", "De nou a La Mar" o "A la fresca".
Además, se convirtió en la presentadora de varias galas de Nochebuena y
Nochevieja. Más tarde pasó a TVE de la mano de Chicho Ibáñez a
presentar el concurso Waku Waku, también ha trabajado en la radio de la mano de
Mª Teresa Campos y Pablo Motos, también ha participado en varias series como
Javier no vive solo con Emilio Aragón. Ha estado también en Antena 3 con la Selva
de los famosos y en Cuatro Con Factor X y Perdidos en la tribu entre otros
programas.
Ha escrito Sexual-mente (2007), Los caracoles
no saben que son caracoles (2009), Para Ana (de tu muerto) (2011), y Lo
inevitable del amor (2012).