Título: La
princesa Paca
Autor: Rosa
Villacastín, Manuel Francisco Reina
Editorial: Plaza &
Janés
Pág: 352
Francisca Sánchez (1879-1963) era una joven humilde, hija de uno de los
jardineros del rey Alfonso XIII. Era analfabeta y de vida sencilla dentro de una humilde familia pero el destino quiso que se topase con el escritor Rubén Darío en un día en el que paseaba por los jardines de la Casa de Campo junto a Ramón del Valle-Inclán. Gracias a este encuentro Francisca terminó convirtiéndose en
princesa gracias a su amor incondicional por uno de los escritores más grandes
de las letras hispanas de finales del siglo XIX y principios del XX, Rubén
Darío, en aquel entonces corresponsal del diario argentino La Nación. Francisca se convirtió en la Princesa Paca, en el último y gran amor del
poeta viviendo una vida de novela y desafiando a los convencionalismos de la
época.
Pero la vida no fue fácil para ambos, Rubén, viudo de su primera esposa, aún estaba casado con Rosario Murillo, una
mujer con la que había contraído matrimonio tras la amenaza del que se
convertiría en su cuñado. Debido al estado civil de Darío, aspirar a casarse
con Francisca pasaba por conseguir la nulidad papal, cosa que intentó sin
éxito, o pedir un divorcio que tampoco nunca llegó. A pesar de las trabas
legales y las más que seguras críticas sociales, decidieron vivir juntos.
Francisca y Rubén llegaron a tener cuatro hijos, de los
cuales solamente sobreviviría uno, y mantuvieron una sólida relación a pesar de
las largas ausencias del poeta debido a sus cargos diplomáticos. Pero en el
tiempo que estuvieron juntos, Francisca se convirtió en la musa de Rubén, quien
enseñó a su esposa a leer y escribir. Fue en uno de esos viajes, cuando él
trabajaba en París, cuando el poeta Amado Nervo bautizaría a Francisca como
"La princesa Paca".
Cuando estalló la Primera Guerra Mundial Rubén
Darío se marchó a América para dar conferencias de paz. El 6 de febrero de
1916 falleció en su ciudad natal a causa de una cirrosis provocada por los
largos años de excesos con el alcohol. Cuando la triste noticia llegó a España, Francisca se refugió en Navalsaúz hasta que volvió a casarse con
José Villacastín.
Francisca Sánchez llevó durante años un baúl azul en el que
conservaría buena parte de la obra literaria de Rubén Darío que terminó donando
al Estado Español.
Francisca tuvo una larga vida al lado de José Villacastín
con el que tuvo dos hijos, de los cuales solo sobreviviría Carmen, madre de la autora que falleció en agosto de 1963.
No hay comentarios:
Publicar un comentario