Los besos no se gastan
Autor: Raquel
Martos
Nº de páginas: 288
págs.
Editorial: ESPASA
LIBROS, S.L.U.
ISBN: 9788467038835
"Esta historia, que no es de princesas, comienza
en aquella España de los años setenta con dos cadenas de televisión. Esa época
en la que para vivir una aventura sólo había que bajar a la calle con el
bocadillo. En aquel tiempo tan lejano y no siempre tan feliz, Lucía, con el
pelo a trasquilones, y Eva, a la que le encanta comerse crudas las judías
verdes, tienen siete años y están forjando una amistad inquebrantable. Más de
treinta años después, Lucía es una implacable directora de recursos humanos que
no sabe enamorarse. Eva, al borde de los cuarenta, es una actriz retirada que
vive atrapada en un matrimonio roto. Lucía no puede imaginar que Eva le pedirá
el favor más importante de su vida".
Este libro son de los que caen en tus manos y como no tienes
algo mejor que leer en ese momento lo coges, lo hojeas y empiezas a leerlo con
cierta reticencia, pero como estás en la piscina o en la playa es mejor coger
algo entretenido, y al final lo ha sido, te cuenta la amistad entre dos
mujeres, Eva y Lucía, o más bien entre dos niñas que se conocen en el colegio
porque una de ellas llega nueva y está ansiosa por ver qué se va a encontrar,
al final sus miradas se cruzaron y las dos supieron que sería para siempre.
Los besos no se gastan no es una historia complicada, carece
de pretensiones, no es una historia de acción ni una historia de amor, es la
historia de dos personas, como vosotros, como yo, una historia que te enamorará
desde el principio y que te recordará que las mejores historias no son ni las
más complicadas ni las más fantasiosas, sino las que te hacen recordar cosas
cotidianas de la vida, las que te hacen vibrar y sentir.
La historia la narran las dos protagonistas, cada una nos va
contando la historia desde su punto de vista lo que nos permite conocer de
primera mano la percepción que tiene cada una de los mismos hechos. La historia
comienza con la infancia de ambas, cómo se conocieron y los maravillosos años
de la infancia de los años 70, y también hay saltos temporales que nos permiten
entender el porqué de su distanciamiento y cómo un reencuentro fortuito vuelve
a unir esa amistad que nunca debió de romperse.
Se trata de un libro ágil, de prosa sencilla y directa que
relata una historia entrañable sobre el poder de la amistad pura y genuina sin
artificios ni complejidades, donde recordarás cosas del pasado sin perder de
vista el presente, donde está reflejada la candidez de la infancia y la
responsabilidad de la madurez.
Los capítulos están dedicados a cada una de las dos amigas,
Eva y Lucía, como una especie de diario escrito por cada una de ellas en
primera persona, de modo que vemos los dos puntos de vista de las situaciones
que se relatan. A lo largo del libro se van alternando los capítulos en
presente y en pasado.
También trata de la situación de la mujer actual y sus
problemas para la reconciliación familiar, al tener que elegir entre una
exitosa carrera profesional o la maternidad, y hay un mensaje sucinto en todo
el libro y es que hay que aprovechar cada minuto de nuestra vida y como dice la
propia autora los besos no se gastan, siempre puedes dar más.
Eva y Lucía son dos personas muy distintas:
Eva es rubia, tímida e indecisa, insegura como ella misma,
dulce, cariñosa, y con una familia que siempre le ha rodeado, Eva es la mujer inmersa
en un matrimonio roto con Raúl, una madre entregada por completo a su hija Lola
que la hace levantar cada día, una mujer que dejó de lado su sueño de
convertirse en una gran actriz por estar junto a su familia. Pero también fue
esa niña tímida que se abre al mundo con pasos llenos de inseguridad y
vacilación.
Lucía es morena, dicharachera, con carácter, valiente y echada
para delante, se quedó huérfana de su madre siendo pequeña y se refugió
en su infancia en la familia de Eva, es una ejecutiva eficiente y despiadada si
hace falta, es una importante directora de recursos humanos que desde pequeña se
ha creado un escudo protector que le impide tener una relación seria porque no
quiere sufrir una pérdida. Las relaciones afectivas le suponen un mundo y se
vuelca en el trabajo. Pero también es la niña que perdió a su madre muy pronto
y siempre tuvo miedo de que la gente se fuese de su lado.
Las dos están pasando un momento difícil, Eva se acaba de
separar y Lucía ha vuelto a romper con su última pareja y el destino las vuelve
a juntar en un aeropuerto (soledad, frialdad) y un simple abrazo les sirve para
unir aquello que nunca debieron dejar que las separara y recuperar el tiempo
perdido, y volver a tenerse la una a la otra…
En resumen una historia muy muy emotiva, una historia de
mujeres, de amigas, de madres, de hijas y muy real y con unos personajes
creíbles y una niña Lola que es la hija que todas nos gustaría tener, la que
nos hace esbozar una sonrisa y una lágrima a la vez.
Este libro me ha hecho recordar a todas esas amigas que he
ido dejando y que de vez en cuando vuelvo a ver y que han dejado una huella muy
importante en mi vida, momentos de alegría, de risas de alguna lágrima, pero
sobre todo de mucho cariño.
Raquel Martos ha
sabido cómo crear dos voces diferentes, dos personajes tan iguales, pero a la
vez tan diferentes, dos mundos diferentes que encajan a la perfección en un
solo mundo y es por eso que nos hemos encariñado con las dos de igual manera,
sin tener una clara preferencia, y es que ambas han sido un poco de nosotras en
algún momento o en algún aspecto.
Seguramente no será la mejor obra literaria, ni tratará del
tema más interesante, pero para mí ha sido una lectura muy agradable. Habla de
cosas cotidianas con un lenguaje más que sencillo y para mí, de lo más
importante, de la amistad, de los sentimientos.
Y hay un personaje que me ha calado profundamente, la abuela Amada, quizás porque me ha recordado mucho a mi abuela María y con sentencias tan tajantes como estas:
"Primer amor, primer dolor"; "La casa de una es la casa de una"; "Sal de ese sembrado que hay ortígas"; "Mujer que se lía con un esposo no tiene reposo"; "El peor dolor es el de ver sufrir a las personas que quieres, te gustaría cambiarte por ellas, pero hija, no se puede hacer nada, cada uno tiene que llevar su cruz"; "Que Dios no te dé todo lo que puedas soportar".
El libro está lleno de buenas frases:
"Si te pasas el día diciendo 'yo soy, yo soy' es que no tienes a nadie que te diga: 'tú eres'"; "Los buenos momentos son como los bocados de algodón de azúcar, un sabor delicioso que apenas te da tiempo a paladear"; Hay años que valen por una hora, porque solo pasan cosas malas, o peor, porque no pasa nada. Y hay días que son como una vida entera porque pasa algo tan maravilloso que multiplica cada minuto por mil, porque lo vives con tanta intensidad que te llenan por completo"; pero entre la multitud de preciosas frase destaca para mí esta: "Si hoy me aplauden, ella me abrazará con mucho cariño, pero si fracaso, me abrazará con más ternura aún". Si una amiga me hace sentir esto es realmente una buena amiga.
El autor:
Raquel Martos es licenciada en Ciencias de la Información.
Ha sido guionista de El club de la comedia y de varios programas radiofónicos,
así como directora y presentadora de distintos espacios de Onda Cero.
Desde el estreno de El Hormiguero Raquel Martos se ha
convertido en la responsable de la sección titulada Se va a liar parda, donde
realiza su particular repaso, irónico y humorístico, de las diferencias entre
hombres y mujeres. También se ha adentrado en la escritura de teatro,
colaborando en el guión de las obras Cinco mujeres punto com y Entre fuerte y
flojo.
Además, es coautora de los libros No somos nadie (2003), No
somos nadie 2 (2005) y más recientemente, de La chica que se quería quemar a lo
bonzo... porque él no tapaba el champú (2010).
En 2012 Espasa publicó su primera novela: Los besos no se
gastan.
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