En días como estos echas mucho de menos a tu madre, la mia por desgracia la tengo lejos, cada vez que te vas haciendo mayor la comprendes mejor, entiendes sus desvelos, su cara cansada de tanto trabajar, la sonrisa y el beso de buenos días y buenas noches, las horas estudiando contigo para que esa lección que no entraba al final lo consiguieras, los bizcochos que te preparaba para amenizar las tardes de estudio, las horas de costura para que pudiera estrenar un vestido nuevo el Domingo de Ramos, las noches en vela cuando alguno de los hermanos estaba enfermo, y siempre detrás de papá como una sombra velando por él.
Ahora nos toca a nosotros estar detrás de ti, cuidarte, evitar la soledad de la casa que se va quedando vacía, pero la distancia no impide que hablemos, que nos contemos nuestras cosas e incluso vernos gracias a las nuevas tecnologías.
¡¡Te quiero mamá!!
Hoy voy a dejar este poema de la escritora Carmen Gil, me encanta la sencillez de sus palabras para expresar como nadie lo que llevas dentro,
Mi mamá
Tengo una mamá divina,
la quiero requetemucho.
Parece un hada madrina
con varita y cucurucho.
Los enfados, si me besa,
se me van en un segundo.
Mi mamá es una princesa.
¡La más bonita del mundo!
Sus caricias, sus cosquillas
y su risa chispeante
ahuyentan mis pesadillas.
¡Es mi caballera andante!
Tararea una canción
y cualquier monstruo se va,
sea fantasma o dragón.
¡Tengo una supermamá!
Cuando me duele la tripa,
me arrulla y me cuenta un cuento.
Con ella lo paso pipa.
¡Qué dulce medicamento!
Me espanta cualquier temor.
Me consuela cuando lloro.
Es la pirata mejor;
y yo, su mayor tesoro.
Mi mamá es maravillosa,
me alegra con su alegría,
pinta la vida de rosa
y TODO EL AÑO ES SU DÍA.
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