Título: En el
país de la nube blanca
Autor: Sarah Lark
Editorial:
Ediciones B, 2011
ISBN:
9788466646710
Páginas: 747
El nombre maorí de Nueva Zelanda: Aotearoa, la tierra de la
gran nube blanca.
«Una capa blanca de algodón extendida a lo largo ocultaba la
vista de la tierra. Si los marineros no hubieran asegurado a los viajeros que
la isla del Sur se ocultaba ahí detrás, el fenómeno de la nube no habría despertado
especial atención.
Solo cuando se acercaron a la costa, se fueron dibujando las montañas en la
niebla, peñas de contorno escarpado, tras las cuales se amontonaban de nuevo
las nubes. Era algo raro, como si la montaña estuviera suspendida en un blanco
luminoso de algodón.»
En el país de la nube blanca es una novela cautivadora sobre
el amor y el odio, la confianza y la enemistad protagonizada por dos fuertes
personajes femeninos y ambientada en la Nueva Zelanda perteneciente a la
colonia del Imperio Británico del siglo XIX.
Dos jóvenes inglesas de distinta procedencia se embarcan en
una aventura desconcertante en busca de un matrimonio convenido, por un lado
la joven lady Gywneira Silkham una mujer amante de los caballos y de las ovejas
es cambiada por su padre por una deuda de juego a un magnate de la lana de
Nueva Zelanda que ha viajado a Inglaterra en busca no solo de animales de raza
pura para su granja sino que también en busca de una esposa para su único hijo y
heredero Lucas Warden; y por otro lado una institutriz Helen Davenport de
exquisita educación y modales que busca crear su propia familia y que no
encuentra en su ambiente un buen pretendiente decide responder a un anuncio de la hoja parroquial donde se pide mujeres educadas y solteras para contraer
matrimonio con granjeros de Nueva Zelanda, recibe en repuesta una carta
exquisita de un granjero, Howard O'Keefe, Helen se enamora perdidamente de esta
carta y espera que su autor responda a sus expectativas.
Ambas jóvenes se embarcan en esta arriesgada aventura y
aunque su procedencia y educación es diferente se conocen en el barco en el que
viajan y pronto nace entre ellas una estrecha relación que se irá acentuando a
lo largo de las páginas del libro.
Junto a Helen embarcan ocho huérfanas que son enviadas desde
un orfanato de Londres que a una parroquia de Nueva Zelanda que
reclama jóvenes inglesas para servir como criadas de las nuevas familias de
esta colonia inglesa y son confiadas a Helen para que se haga cargo de ellas en
la larga travesía del barco, Helen no duda en aprovechar este largo período
para educar a las niñas para el papel que tendrán que desempeñar en sus nuevos
hogares.
El libro nos va narrando de forma paralela la vida de estas
dos mujeres, las empezaremos a conocer por separado de una manera alternativa y
nos llevará de una a otra hasta que coinciden en el barco y luego su vida en
Nueva Zelanda, sus esposos, sus bodas y su vida en este nuevo país, al final
cada una se apoyará en la otra cuando lo necesitan aunque sus respectivas
familias están separadas por el odio y el rencor.
Contemplamos un retrato de época rico en todo tipo de
detalles y que no hace sino acrecentar el interés del lector por todo aquello
sobre lo que está leyendo: la creación de las colonias inglesas, la crianza del ganado, perros de pastoreo y caballos de pura sangre, los conflictos con los
indígenas por la expropiación de la tierra por parte de la corona y la vida de
las mujeres en una lejana tierra.
Helen se casa con un granjero rudo, arisco, borracho y con
grandes apuros económicos lejos de lo que reflejaba en su carta y Gywneira se
casa con un joven muy culto y educado, amante del arte, el diseño y los buenos
modales y tradiciones inglesas pero no apto para llevar la enorme granja de
ovejas que posee su padre, Gywn pronto se hará con las riendas de la granja
pero no consigue concebir un hijo de su pusilánime marido.
Nuestra historia se divide en cuatro partes, donde se nos
explica la vida de las mujeres en su Londres natal, pasando por la larga
travesía en barco y continuando por su afincamiento en Nueva Zelanda… así como
sus respectivas bodas o su vida en familia, con las alegrías y tragedias que
esto conlleva.
A su vez, conocemos la cultura de las tribus maoríes que
conviven con nuestros personajes a lo largo de la novela, tomando también un
importante protagonismo.
La vida de las dos jóvenes se irá complicando por las tramas
familiares.
En el país de la nube blanca es una historia de amor y
desamor, de aventura e historia, de tradición y traición en el marco de una tierra muy desconocida para nosotros, la neozelandesa, descubrimos cómo fue la colonización de la isla por los maoríes.
Me ha gustado mucho como la autora nos va introduciendo en
esta larga novela con un lenguaje sencillo y directo y nos va introduciendo en
las costumbres maoríes y en su lenguaje con palabras que al final se nos van
haciendo familiares, quizás lo peor es como resuelve el final de la novela, en
un par de capítulos nos hace todo el desenlace de esta extensa trama donde van
apareciendo nuevos personajes que se van entrelazando unos con otros y aunque
la vida de las dos heroínas, por llamar de alguna manera a las dos principales
protagonistas, al principio tienen la misma fuerza poco a poco Gywn se va
comiendo a Helen quizás porque el carácter de Gywn es más fuerte y su vida va haciéndose
cada vez más interesante que la de Helen que es más tranquila.
Otro punto negativo son unos personajes muy estereotipados, institutriz
defensora de los valores de la nobleza, la joven lady que añora una vida más
vulgar, el rico ganadero, el rudo vaquero, la prostituta de noble corazón, el
predicador sin corazón, etc.; además hay altibajos en el ritmo de la novela,
cosa lógica en una novela tan extensa y un misterio latente a lo largo de toda
la novela que es el odio entre los Warden y los O'Keefe que se rebela al final
de la obra en una sencilla y parca explicación aunque en cierto modo lo vas
intuyendo a medida que vas leyendo.
Sin embargo esta crítica no quiere decir que la novela no me
haya gustado, todo lo contrario, el principio es lo mejor del libro, la
decisión de dos mujeres de diferente condición social de liarse la manta a la
cabeza y partir al lado opuesto del mundo en busca de una felicidad que están
convencidas que no van a poder encontrar si se quedan en su tierra, el viaje en
barco y su posterior llegada a Nueva Zelanda, constituyen un arranque que te
deja hasta la madrugada leyendo porque la novela es entretenida, y a mí
particularmente me gustan mucho las novelas de mujeres como protagonistas.
Christiane Gohl (Bochum, Alemania, 1958) es una escritora
alemana que escribe bajo los pseudónimos de Sarah Lark, Ricarda Jordan, Elisabeth
Rotenberg o con su propio nombre.
Sarah Lark es uno de los seudónimos de una autora alemana
afincada en España de prolífica producción literaria sobre todo en el campo de los libros sobre caballos, trabajó
durante muchos años como guía turística y pronto descubrió su fascinación por
Nueva Zelanda. Con En el país de la nube blanca inició una trilogía sobre las
tierras neozelandesas que continúa con La canción de los maoríes y El grito de
la tierra. Su forma de escribir, plagada de minuciosas descripciones y a la vez
directa, le ha granjeado el éxito en toda Europa. Sus libros te transportan a
los lugares sobre los que escribe igual que lo haría un recuerdo, y sus
personajes, tan alejados en el tiempo, se hacen tan cercanos gracias a su prosa
que el lector no puede por menos que sufrir, reír y emocionarse con ellos.
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